2025-10-21
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CAMBIAR EL APELLIDO PATERNO EN ARGENTINA: CUÁNDO ES POSIBLE Y QUÉ DICE LA LEY



Un derecho vinculado a la identidad personal que requiere justificación legal y, en la mayoría de los casos, autorización judicial.

UN DERECHO QUE INVOLUCRA LA IDENTIDAD

Modificar el apellido paterno en Argentina no es un trámite automático ni sencillo. La legislación vigente establece que todo cambio debe estar fundado en motivos sólidos y contar con la intervención de un juez, con el objetivo de proteger los derechos de todas las partes involucradas. El proceso puede iniciarse en el Registro Civil o directamente ante un Juzgado de Familia, dependiendo de la naturaleza del pedido.

CUÁNDO SE PUEDE CAMBIAR EL APELLIDO PATERNO

Entre las razones más comunes que justifican este cambio figuran los casos donde el apellido causa daño psicológico, está vinculado a violencia familiar o abandono, o cuando el menor fue criado por una figura parental distinta al padre biológico. También se contempla la corrección de errores registrales o la modificación del orden de los apellidos por motivos afectivos o personales. En todos los casos, el juez evalúa las pruebas y circunstancias antes de emitir una resolución.


LOS MENORES TAMBIÉN TIENEN VOZ

Cuando el pedido proviene de un menor, el procedimiento se rige por el interés superior del niño o adolescente, de acuerdo con la Convención Internacional de los Derechos del Niño. El juez puede solicitar informes psicológicos y sociales para asegurar que el cambio beneficie su bienestar emocional y social. A partir de los 13 años, si el menor demuestra madurez, su opinión tiene un peso decisivo en la resolución.


EN QUÉ CASOS NO HACE FALTA UN JUEZ

Existen situaciones donde el cambio de apellido puede hacerse de forma administrativa ante el Registro Civil, sin necesidad de intervención judicial. Esto aplica, por ejemplo, en procesos de cambio de identidad de género, en casos de víctimas de apropiación ilegal o terrorismo de Estado, o cuando se busca recuperar una identidad suprimida o corregir un error registral. Sin embargo, cuando se trata de conflictos familiares o motivos personales complejos, la vía judicial sigue siendo el camino más habitual.