Un espectáculo natural que deslumbra a visitantes y vecinos en uno de los paisajes más emblemáticos de Catamarca.
Desde las alturas de la Cuesta El Portezuelo, los cóndores vuelven a ser protagonistas de una postal inolvidable. Con sus alas extendidas, surcan el cielo frente a la hostería, ofreciendo un espectáculo imponente que emociona a quienes tienen la fortuna de presenciarlo.
El vuelo de estas aves emblemáticas no solo representa la libertad, sino también la fuerza y la conexión con la naturaleza andina. Su presencia es un recordatorio del valor ambiental de esta zona, que conserva intacta la pureza de su paisaje y la riqueza de su biodiversidad.
Vecinos, turistas y amantes de la naturaleza coinciden en la misma sensación: observar a los cóndores sobrevolando la cuesta es una experiencia única, que invita al silencio, la contemplación y el respeto por el entorno.
El Portezuelo, con su vista panorámica y su energía majestuosa, sigue siendo un símbolo de identidad catamarqueña. Allí, entre montañas y viento, los cóndores nos recuerdan que la belleza más grande siempre está en la naturaleza viva.





