Entre pases de factura y tensiones internas, el presidente busca relanzar la gestión en medio de la crisis política y económica.
Después de la dura derrota electoral sufrida este domingo en la provincia de Buenos Aires, el presidente Javier Milei convocó a su gabinete a una reunión de emergencia en la Casa Rosada. El encuentro tuvo lugar este lunes a las 9:30 en el Salón Eva Perón, con la presencia de ministros, secretarios y asesores clave.
La reunión llega en un momento de fuerte tensión interna dentro del oficialismo. Llamó la atención la ausencia de figuras centrales en el escenario de la derrota, como Guillermo Francos, jefe de Gabinete; Luis Caputo, ministro de Economía; y Sandra Pettovello, a cargo de Capital Humano. Su ausencia dejó expuesto el desgaste en el núcleo duro del gobierno.
El clima político se vio aún más sacudido por la presencia de Santiago Caputo, asesor sin cargo formal, quien cuestionó la conducción política de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem. Su rol podría fortalecerse nuevamente de cara a las elecciones de octubre, en un intento de reorganizar la estrategia electoral del oficialismo.
En su discurso posterior a la derrota, Milei reconoció el revés pero ratificó el rumbo económico basado en ajuste, desregulación y equilibrio fiscal. “El rumbo no se va a modificar, se va a redoblar”, afirmó, dejando en claro que no habrá cambios en las principales medidas de gobierno pese al rechazo en las urnas.
La cumbre de gabinete se presenta así como un punto de inflexión: el presidente necesita ordenar su equipo y recuperar la iniciativa política para evitar un mayor desgaste en las próximas semanas. El resultado en Buenos Aires puso en evidencia las debilidades de gestión y la urgencia de un relanzamiento.





